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29 cualquiera que sea la oración o la plegaria que haga algún hombre o todo tu pueblo Israel (cada uno reconociendo su plaga y su dolor, y extendiendo sus manos hacia este templo), 30 entonces escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona. Da a cada uno conforme a todos sus caminos, pues conoces su corazón (porque solo tú conoces el corazón del hombre); 31 a fin de que te teman para andar en tus caminos todos los días que vivan sobre la superficie de la tierra que tú has dado a nuestros padres.

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